jueves, 30 de junio de 2011

La Batalla de la Selva de Teutoburgo(Santiago Humphreys)


Durante fines del siglo xv, luché valientemente en la batalla de la Guerra de Teutoburgo, por eso es que me pintaron esta obra y me la obsequiaron a fines de la guerra. En la obra soy el que está con un garrote en la mano mientras luchaba contra los espartanos. Hoy les voy a contar mis grandes hazañas durante la guerra y todo lo que ocurrió durante esos tiempos.
El 24 de septiembre de 1492 se inició la guerra. Esa mañana, las tropas espartanas invadieron Grecia y destruyeron todo lo que pudieron.  Nuestro pueblo estaba desesperado, sin fuerzas y con una gran tristeza; pero la noche anterior, había soñado con el dios Ares,  nuestro dios de la guerra, quien se presentó ante mí y me planteó que teníamos que unirnos y luchar contra los espartanos, ya que si no salíamos victoriosos nos esperaban tiempos difíciles de hambruna y muerte. 
Fue así que después de la invasión decidí, con un grupo de amigos, unirnos en el Monte Citerón y prepararnos para  luchar contra los espartanos. Las mujeres nos ayudaron a preparar las armas, los niños juntaban piedras para atacar y e ideamos realizar una emboscada donde participamos todos: niños, mujeres, ancianos y todos los hombres. Y así fue como la unión nos ayudó a derrotar a los espartanos que tenían armas y estaban preparados para la guerra como la pintura lo muestra. En la emboscada matamos al Comandante de los espartanos y eso produjo desorden, confusión, y el desconocimiento del territorio les impidió huir. A nosotros nos ayudó para conseguir el triunfo.
Vuelvo a mirar la pintura y recuerdo, al ver el garrote, el trabajo que fue para el anciano Aristóteles y su esposa su construcción. El día en que me lo entregaron me predijeron grandes hazañas con el mismo.


                   

Francois Baron Gérad; La Batalla De Austerlit (Juan Mercurio)

Yo me encuentro en esta pintura. Soy el hombre que esta sobre el caballo blanco de la derecha.
Ese es uno de los días que nunca se olvidan, puedo recordar todo lo que paso ese día, desde que abrí los ojos hasta que los cerré. No voy a decir ahora quien gano esa batalla pero diré que en esa batalla fuimos muy inferiores y yo estaba nervioso ya que en comparación con el enemigo éramos muchos menos. Pero después de todo pudimos nivelar la batalla. No diré quien gano. (Cuidado con la repetición de palabras. Por ejemplo: "batalla")
Durante toda la semana anterior yo había estado pensado como podíamos hacer para vencer al enemigo cuando ataquemos. Yo y todas( Todas mis tropas y yo) mis tropas sabíamos que no íbamos a poder ganar ya que no superábamos al enemigo en número. Luego de no poder dormir se me ocurrió una idea: dividir las tropas, esta serian divididas en tres, uno de los grupos iría a el(al) bosque, la otra iría de frente al castillo (yo iba en esta), habría otra detrás de la que era dirigida por mi así cuando pensaran que nos superaban macizamente en número irían a ataca.
El gran día había llegado, las tropas ya estaban del otro lado del castillo. El día estaba nubloso, se podía ver el sol entremedio de algunas ranuras que se producían entre las nubes. Atacamos.
Cuando pensaban que iban a ganar, el grupo que estaba en el bosque salió y todos miraron hacia atrás. Por eso en la pintura todos los de la izquierda miran para atrás. No hay nada más que decir ya que no diré quién gano.

La Vendedora de Flores (Nicolás Valenti)

   
       Ahí me encontraba yo. Soy la de vestido rosa que sostiene las flores y la madre de los dos hijos que ayudan. Mi nombre es, Isabel Ramírez. La otra ayuda nos es brindada por mi hermana que vive con nosotros. Ahora que están informados de quién soy, les hablaré de como terminamos vendiendo flores en familia.
    Todo comenzó hace dos años cuando vivíamos como una familia saludable y feliz que se dedicaba a la producción de lana con ovejas. En realidad mi marido era el encargado del trabajo, yo ayudaba en la casa criando a los niños, dándoles de comer y también tejía para el pueblo para ganar una porción de dinero extra. No éramos una familia extremadamente rica pero vivíamos bien. Solíamos darnos un gusto de vez en cuando, nuestros hijos asistían a una buena escuela y teníamos la comida necesaria para todos. A todo esto, mi hermana, ayudaba a mi marido en esa época. Era su contadora. Lo asesoraba con todo lo que eran las cuentas del trabajo ovino, etc. Hasta acá éramos una familia feliz, hasta que mi marido fue llamado para el enlistado obligatorio del ejercito. 
    Resulta que mi marido estaba trabajando en el granero con las ovejas cuando le llego una llamada misteriosa de un hombre raro con una voz muy grave. Mi marido habló y con una expresión de terror y angustia en la cara me mencionó que había sido llamado por el ejército y que en dos semanas lo reclutarían para la guerra. Yo me quedé atónita y solo le pregunté cuándo volvería. Me explicó la situación, a donde iría y cuánto tiempo le tomaría. Lo peor de esta situación era que no sabía cómo informarles de esto a los niños. Después de tanto meditarlo tomé valor y me tomé el atrevimiento de decírselo. Al segundo que se enteraron salieron corriendo a abrazar a su padre. Luego de las dos semanas Él partió, junto con nuestra esperanza de volver a verlo.
   En fin, la noticia que ninguno de nosotros quería oír, llegó el 15 de diciembre de 1993, dos meses después de la partida de mi marido. El había muerto, fue herido por una bala en la médula espinal que lo dejó muy débil. Luego de dos semanas, falleció en la enfermería del campo de batalla. Su cuerpo, con nuestra aprobación, fue noblemente arrojado al río junto al campo donde luchó. Nuestra familia estaba devastada y sin esperanzas ya que ninguno sabía cómo mantener a las ovejas y con lo poco que ganaba tejiendo no alcanzaba, ya que yo era la única que trabajaba, porque el trabajo de mi hermana se fue junto con mi marido. A la tarde de ese día, mi hija había ido en busca de  tranquilidad a dar una caminata.                                                                                                     Cuando regresó, con mi hermana, nos encontabamos pensando en algunos trabajos que podríamos realizar para sostener a la familia. Ella nos acercó un ramo de flores y nos ofreció trabajar como vendedoras. Nosotras nos sentimos muy emocionadas con la acción de mi hija pero no le dimos importancia al trabajo. Al día siguiente, cuando desperté, observé por la ventana a todas las demás casas ordenando todo y decorando la casa con lo que parecían ser flores. Al instante recordé lo que nos había propuesto mi hija y lo discutí con mi hermana. Luego de unas horas, llegamos a un acuerdo y decidimos invertir el dinero que nos quedaba más la pensión que pocas veces recibía de mi marido en la producción de algo tan simple como eran las flores. Las primeras semanas fueron duras, poca gente en el pueblo nos compraba y nuestras esperanzas se agotaban. Pero resulta que un día, una vecina se acercó y nos compró un ramo. Al otro día yo me encontraba limpiando cuando ella se acercó y me mencionó que ayer a la noche se encontraba muy enferma y como le cautivó el aroma de las flores, se acercó a olerlo. A los 10 o 15 minutos, dijo que se sentía como nueva y llena de vida. Esta noticia se divulgó y llegó a una persona dueña de un laboratorio que se ofreció a examinarlas. A la semana, se descubrió que el aroma que estas flores expulsaban contenía partículas de una sustancia que era muy hábil para curar enfermedades. Esto fue lo mejor que nos pudo pasar a mi y a mi familia. Las flores se vendieron por montones e hicimos una muy buena cantidad de dinero, útil para sostener a la familia y pagar la escuela de los niños.
   Al pasar el tiempo, el negocio mejoró aun más y hoy en día somos la familia más rica del pueblo que se dedica a lo que nosotros llamamos “las flores curativas de María”, nuestra hija. Actualmente, todos juntos ayudamos en la producción de nuestras flores y honramos a mi marido con cada centavo que ganamos.


El Anatomista (Agustin Rossi)

     Yo soy el de negro (En realidad, todos, excepto el muerto, están vestidos de negro). Estaba muy nervioso y preocupado, no tenia la menor idea de que hacer. Tantas caras mirándome esperando  algo brillante de mí. Ahí me di cuenta de que no podía seguir así.  
    Mi nombre es William Aguinis,  mi vida era como la del típico joven en búsqueda de  dinero y fama, pero para eso necesitaba de estudio y concentración. Un día, leyendo las noticas leí (ver las frase) que un joven anatomista  había hecho un gran descubrimiento sobre el cuerpo humano, y pensé: “si salió publicado en el diario su descubrimiento, por que no intentar con la Anatomía”.
    Decidí empezar una carrera como anatomista pero el estudio y la concentración no eran mi fuerte. Entonces luego de dos meses me llego una carta diciendo que la escuela de medicina no me aceptaba como alumno por mi falta de interés en la materia, pero decidí seguir intentándolo. Fui a una morgue a practicar lo poco teórico que sabia y todo salió mal. No tenia idea del cuerpo humano. Luego, cansado de mis errores, empecé a leer libros y buscar información.
    El 14 de agosto de 1826, un año después de mis intentos de ser anatomista, sale a la luz el asesinato de un anciano. Para esa época no había ningún anatomista en mi pueblo entonces (por lo tanto) decidí ir yo. Cuando llegue al cuerpo del anciano estaba muy nervioso y preocupado, no tenia la menor idea de que hacer. Tantas caras mirándome, esperando algo brillante de mí. Ahí me di cuenta de que no podía seguir así. Solté la pinza que tenía en mi mano y con la otra tome el sombrero, y con el sombrero en el corazón dije: “lo siento, pero mi vida no es nada mas que la de un joven arrepentido”. Deje mi sombrero y me fui.

martes, 28 de junio de 2011

Amigos (Micaela Pozzi)


     Les voy a contar mi historia. Yo soy la del medio y me llamo Holly y los chicos que están a mí alrededor  son mis mejores amigos, con los que pasaba las vacaciones todos los veranos hasta que hubo una última vez. Hubiese querido que ese verano no hubiésemos ido.
    Todo empieza un verano, cuando nuestros padres deciden ir a la costa por dos semanas a Carilo, que era un lugar muy tranquilo y muy divertido. Cuando mi mama me lo contó, fui corriendo a agarrar el teléfono y llamar a mis amigos y cuando les conté la noticia se entusiasmaron tanto como yo. Ya no podíamos esperar a armar las valijas y partir. Llegado el momento, comenzamos a preparar las valijas. Yo me llevaba la mayoría de la ropa casi siempre que íbamos a algún lado. Mi papá cargó todo en el auto y partimos. Yo me fui con mis mejores amigos en un auto. Ellos eran como mis hermanos, eran con los que siempre jugaba en la calle y con los que querría estar por el resto de mi vida. Luego de siete horas de viaje, llegamos a la cabaña que habían alquilado mis padres y los padres de mis amigos. Había tres dormitorios, dos para nuestros padres y uno para mis amigos y para mi. Ya era de noche ese día, así que cuando llegamos a la cabaña nos organizamos, desarmamos las valijas y nos fuimos a dormir para al otro día poder ir a la playa y disfrutar del día. A la mañana siguiente nos levantamos y desayunamos. Con los chicos estábamos planeando ir a la playa ya desde la mañana hasta la tarde y llevar una canasta con el almuerzo y la merienda. Nuestros padres coincidían con nosotros. Así que preparamos sándwiches de jamón y queso y llevamos leche con chocolate. Terminamos de preparar la canasta, nos cambiamos y nos fuimos a la playa. Fue el mejor día. Hicimos castillos de arena y jugamos con el agua. Pero los papás de  mis amigos no querían que vayan al mar porque siempre se acercaban mucho. Esto era todo los veranos, siempre la misma historia. No les iba a pasar nada. Siempre nuestros padres estaban atrás por lo tanto no nos podían ver. Pero confiaban en nosotros plenamente. A la noche, salimos a pasear y a comer, los chicos y yo fuimos a los juegos del sacoa donde nos divertimos un montón.
    Todo cambió al otro día, nos levantamos, nos preparamos todo, nos pusimos protector para el sol porque estaba muy fuerte y nos fuimos nuevamente a la playa. Recuerdo ese día como si fuese ayer: el mar estaba fuerte pero nuestros padres pensaban que el mar estaba siempre igual por lo tanto no se preocupaban mucho. Ellos sabían que no íbamos tan adentro porque se lo prometíamos todos los días. Nos metimos al mar, estábamos jugando a la mancha. Me tocaba a mi ser la que tenía que atrapar así que empezamos a jugar pero de repente uno de mis amigos desapareció. Fue en un segundo. Fuimos corriendo a decirle a nuestros padres, llamaron a los salvavidas pero no encontraron nada. Esa noche nos volvimos, lloramos todo el viaje y no quise salir de mi casa por una semana. Fue la peor tragedia que pudo haber pasado, perder a uno de mis mejores amigos. Desde ese día, no hubo más vacaciones a la costa y mis padres siempre están pendientes de mi en todo lo que hago.

La Carga (Santiago Echeverria)


            Yo soy ése, el que está arrodillado a la izquierda del caballo. Seguramente se estarán preguntando qué hacía yo, Francisco Pizarro, en semejante revuelta llena de terror y violencia. La historia que les contaré a continuación les ayudará a entender este acontecimiento.
            Era una mañana soleada en Barcelona. Yo como todos los días iba camino a mi empleo. Pare unos minutos en una esquina en la cual pedí a uno de los mejores lustradores del pueblo que hiciera su trabajo con mis zapatos. Luego seguí caminando hacia mi trabajo. Yo era un trabajador en una empresa textil muy importante en España, pero cuando llegué a mi destino me di cuenta de que eso estaba por cambiar.
           Al tratar de entrar a la empresa me encontré con una multitud de gente protestando e insultando. No entendia de qué se trataba pero lo averiguaría. Después de largos minutos de intriga me informaron que habían despedido a la mitad del personal y que los habían reemplazado. Esto era algo inaceptable para todos nosotros pero en estas épocas qué más podíamos esperar. Era 1902 y el gobierno tenía un gran poder represor.
         Nos juntamos entre todos y sacando conclusiones decidimos hacer una huelga en la cual no trabaríamos hasta que los puestos de estos empleados fueran devueltos. La protesta comenzó al mediodía, y teníamos un gran apoyo del pueblo español. Hasta que la tormenta llegó, cientos de soldados de la guardia civil a caballo comenzaron a atacarnos y a reprimirnos. Todo era un descontrol, la gente corría por todas partes, mujeres, niños, jóvenes en el piso siendo golpeados por la guardia. Y ahí estaba yo, un hombre confundido y desolado que por haber querido hacer el bien perdió su trabajo, un estilo de vida y afortunadamente no su vida. Me arrepiento completamente de haber formado parte de esa conspiración en contra del gobierno, ya que de alguna forma u otra todos sabríamos cómo terminaría.

lunes, 27 de junio de 2011

La última cena (Ignacio Casarino)

Yo soy el que está en la punta derecha de la mesa  vestido  de blanco. Ahora que sabes quién soy voy a contar mi historia de cómo  llegué allí
Bueno, todo empezó esta mañana (temprano) cuando salí a trabajar mis cultivos. Vi a un hombre sentado sobre una cerca de madera, la cual se extendía  por todo el largo del campo. Al principio, no le presté mucha atención. Pero a medida que el sol iba llegando a su punto más alto, el hombre continuaba en esa cerca. Entonces tomé la decisión de ir a preguntarle al hombre qué hacía ahí. O por lo menos  saber quién era. Me respondió que estaba viendo las obras del Señor y que no importaba quién era sino que importaba quién era yo. En ese momento me sentí atemorizado ya que pensé que era un loco, pero este “loco” parecía muy tranquilo y muy pacifico para ser un loco. Luego  continué con mi trabajo.
Al día siguiente, el hombre continuaba sentado en esa misma cerca. Ya dejó de atemorizarme y pasó a parecerme algo extraño. Aunque pensé que pudo haberse ido a su casa a dormir, despertarse bien temprano y volver, pero me continuaba pareciendo algo muy extraño. A sí  que fui a hablar con él de nuevo para preguntarle quién era. Volvió a responderme que no importaba quién era él sino que importaba quién era yo. Luego le pregunté:  "¿Si te digo quién soy, vos me decís quién sos vos? Respondió que sí. Le dije soy Simón .Él me respondió que era Jesús. Le respondí no quiere pasar a mi humilde casa para pasar la noche. Me respondió que no hacía falta, que ya se iba, pero que él me invitaba a mí a una cena. Temerosamente acepté.
Al día siguiente fui a la cena. No era el único allí. Había otras 10 personas, sin contar a Jesús. Ahí me di cuenta de que no era una cena común. Estábamos sentados a una mesa rectangular. Todos sentados mirando hacia el este. Ya sentado a la mesa Jesús dijo que íbamos a comer parte de él, pero no su persona sino que nos iba a dar pan que era su cuerpo y vino que era su sangre. Luego bendijo la comida y nos pasó a cada uno un pedazo de pan y una copa de vino. Al final de la cena él dijo y esto no me lo voy a olvidar más: “Pueblo de Jerusalén, yo soy su salvador, el Mesías"

domingo, 26 de junio de 2011

Fusilamiento del 3 de Mayo(1808)(Santiago Covelli)


Todo comenzó el 2 de Mayo de 1808, un día más que pasábamos en guerra, el cual creíamos que sería eterno. Veíamos a los franceses acercarse más y más. Miles de ellos contra solo cientos de nosotros. Una real masacre. Sabíamos que terminaría mal, pero nunca creímos que el intento de ocupar nuestras tierras por parte del ejército francés llevaría a que nos traten como una raza inferior, como si fuéramos animales, como si no tuviéramos nuestros derechos, como si no fuéramos dueños de esas tierras que nos dejaron nuestros antepasados, quienes trabajaron duro día tras día para construir lo que luego ellos destruirían como si nada.
Nos levantamos esa mañana de mayo y, con lo poco que teníamos, nos vestimos, cada uno con lo que encontraba. Tomamos nuestras indefensas armas y corrimos contra los bien equipados y vestidos franceses, para defender nuestra queridísima tierra. Sin importar cuál  fuera el sacrificio, nos abalanzábamos sobre los enemigos, con el orgullo de pertenecer a nuestro país.
Esa misma noche, la del 2 de mayo, nos dimos cuenta de que se habían cumplido ya siete largos meses de batalla, y ya nuestro ejército se había reducido más de la mitad. Creíamos que en pocas semanas los franceses nos habrían acabado, pero nunca que para la mañana siguiente ya lo habrían hecho.
Muchos de nosotros teníamos cartas que nos habían enviado nuestras familias. Para muchos resultaba alentador. Pero a mi me resultaba una tortura tan grande estar en medio de una guerra cuando podría estar junto a mi mujer e hijos, disfrutando verlos crecer. Además no me podía arriesgar a morir y dejar a mi mujer viuda, y a mis hijos sin un padre. Sabría lo difícil que sería, sobretodo luego de haberles prometido volver sano y salvo. Esto me hizo pensar. Me hizo hacer algo de lo que no podré perdonarme nunca en la vida.
Yo soy el segundo, de izquierda a derecha, con un fusil y con uniforme. Muy probablemente se pregunten cómo hice para llegar ahí, junto al ejército francés. Fue el 3 de mayo que me escabullí durante la madrugada de mi campamento sin ser visto y me mezclé con el ejército francés, y la tarde del mismo día, fui llamado para el fusilamiento de los sobrevivientes de la batalla.
Todos los días, despierto, junto a la culpa que sufro y sufriré toda mi vida, y solo pudiendo pensar: “¿Cómo fui capaz de fusilar a muchos de mis compañeros que lucharon junto a mí? ¿Cómo ayudar a los enemigos a acabar con mi país, mis amigos, mi vecinos todos los que vivían conmigo?” 

sábado, 11 de junio de 2011

Carta de Angustias (Juan Mercurio)

Querida Prudencia:
SANGRÍA AL COMIENZO DE PÁRRAFO
 Principalmente estoy escribiendo esta carta solo para descargarme un poco y para compartir con alguien lo que esta pasando dentro de esta casa.
Bueno ¿como empezar? Hay demasiadas cosas que tengo que contar pero no contare todas ya que algunas son demasiado privadas (¿?). Empezare con la relación que nuestra madre comparte con nosotras. Antes de que ocurriera el incidente del que nadie quiere hablar, mi madre tenia un carácter muy autoritario, nos trataba como si fuéramos sus esclavas, pero luego de que Adela rompió el bastón de mi madre las cosas cambiaron mucho, ya que ella sigue siendo autoritaria frente, por ejemplo la criada(revisar la frase). Pero frente a nosotras ella ya no tiene el mismo carácter, incluso hay días en los cuales no recibo una palabra de ella. En mi opinión ella esta siendo así porque no quiere perder a otra hija, esto la hace sentir insegura, cree que si es autoritaria con nosotros pasaría (pasará) lo mismo que paso con Adela, pero yo le recuerdo que Adela no solo se había suicidado por la actitud que ella tenia con Adela, también porque Adela amaba a Pepe el Romano y creyendo de que el estaba muerto ella se mato por pasión (REVISAR TODA LA FRASE).
Es muy tarde, me ire a dormir, luego te enviare otra carta hablándote de la relación entre Martirio y yo, y la relación que estamos teniendo entre hermanas.
Angustias


viernes, 10 de junio de 2011

Carta De Angustias (Ludmila Suko)

Estimada Prudencia:
                                   Le escribo esta carta con el motivo de expresar mis más profundos sentimientos, que en este momento de mi vida reflejan un gran sufrimiento. Me alivia el hecho de que aun en medio de tanto dolor, haya una persona en la cual pueda confiar y así sentirme comprendida.
                                   Como usted ya sabrá, Adela, mi hermana menor, á muerto. Pero seguramente no sabe toda la verdad del hecho, ya que Bernarda, mi madre, se encargó de aparentar que todo estaba perfecto. Aunque me desconozca al decir estas crueles palabras, su muerte no me angustia demasiado. Por otra parte, á calmado la ira que tenía en mi interior, debido a que ella me engañaba con Pepe el Romano, quien hace menos de una semana era mi prometido, y a la vez mi salvación.  Digo mi salvación debido a que era la única manera de poder escapar de este oscuro calabozo al cual Bernarda nos condena.
                                  Me veo expuesta a un terrible castigo, que Bernarda impone en forma de luto. Debo acatar sus ordenes, pero peor aun que antes, debido a que, ya ni la luz del sol podemos ver. Pero aun peor es tener que convivir con mis hermanas, con quienes el único lazo que nos une es la sangre, principalmente con Martirio, quien es un perfecto ejemplo de mi madre, autoritaria y fría.
                                 Siento una terrible desolación, pero aun así le agradezco que me haya dado la oportunidad de expresarme.
                               Atentamente.
                                                                             Angustias

Carta de Angustias ( Lucia Berze)

Querida Prudencia:
SANGRÍA AL COMIENZO DE PÁRRAFO
              Desde la muerte de Adela he caído en una profunda depresión y angustia (revisar la frase). Los acontecimientos que llevaron al trágico fin de Adela me han dejado con el corazón roto. Por otro lado, el desengaño que sufrí cuando supe las verdaderas intenciones de Pepe, terminaron con mis sueños de una boda. Mi casa se ha vuelto una prisión oscura y perversa. Mi madre es una carcelera fría y cruel. Siento que a veces no se da cuenta del daño que nos está causando y esto nos hace profundamente infelices. Ella hace lo que siente y vivió su vida a su manera y no permite que nosotras tengamos una vida libre y normal. Por otro lado, mi pobre hermana Adela que estaba llena de vida y era romántica y bien intencionada, fue víctima también del desengaño y la codicia de Pepe en el que todas habíamos puesto nuestras esperanzas y nos dejó creer en la belleza y el amor. También debo contarte que María Josefa es la única que me comprende a pesar de que mi madre la tiene encerrada y apartada de nosotras y del resto de la gente. Yo creo que es la más cuerda de todas y la única que comprende la verdadera situación que vivimos. Tengo miedo de volverme loca pero debo resignarme a este destino que me ha tocado. No encuentro comprensión en martirio que cada día se parece más a mi madre ¡Ayúdame, Prudencia!(los signos de exclamación e interrogación se abren y se cierran) Hazlo por mí, por Magdalena y por Amelia.
Atentamente, Angustias. 

Carta de Angustias (Martina Triñanes)

Querida Prudencia:
Le escribo esta carta porque necesito hablar con alguien , necesito que alguien entienda la situación que estoy viviendo, y creo que usted es la indicada ya que está informada sobre la actitud que tuvo mi madre después de todo lo sucedido.
Como sabrá, mi hermana Adela se suicidó, y Bernarda se encargó específicamente de ocultar todo para que no se supiese el porqué de este terrible hecho.  La casa está atravesando el peor momento y  a esta altura las relaciones ya casi no existen. Con mis hermanas el único sentimiento que existe es de odio, resentimiento, bronca y esa traición que es imposible olvidar. Me encantaría que las cosas no fuesen así, pero es inevitable.  Pepe el Romano me engaño, no solo con mi hermana sino también en la evidente razón del porqué estaba al lado mío. Esta sensación de sentirte defraudada por todos es inexplicable y esa es la consecuencia de que la casa esté de esta manera.
Encima de todo, mi madre que continúa con este luto interminable que fue prolongado luego del suicidio.  Cada día que pasa, más ganas y más esperanzas tengo de algún día poder escaparme de esta casa tal como hizo la Poncia. Ya no puedo seguir soportando ni a las personas que viven aquí dentro ni la opresión que nos impone Bernarda solamente para aparentar algo que realmente no somos.
Gracias por tomarte el tiempo de leer esta carta que tanta falta me hacía poder hablar con alguien.  Desde ya confío en vos y sé que esto va a quedar entre nosotras.

Atentamente,
Angustias

"Carta de Angustias" (Amy Hortis)

Estimada Prudencia:
                                  Le escribo esta carta con el principal objetivo de expresar mis sentimientos. La considero a usted una persona confiable y sabia, y sólo el hecho de saber que está al tanto de esta situación significa para mí un gran alivio. Está ya enterada usted sobre la muerte de mi hermana Adela, pero seguramente no de todas las consecuencias que ésta ha traído; (punto y seguido) Mi madre, Bernarda, se ha encargado especialmente de que nadie sepa la verdad.
                                  Primero y principal, ahora el amor fraternal en esta casa es casi nulo. Esta hermandad nunca ha atravesado un momento tan duro. El enojo que tengo hacia mis hermanas por la traición es evidente y su desagrado hacia mí, lo es también. Aunque muy profundamente la culpa me consume, no les daré el gusto de reconocer mi ingenuidad; no aceptaré la obvia razón por la cual Pepe el Romano se interesó en mí desde un principio y tampoco la vergüenza de que me haya sido infiel con mi propia hermana.
                                 Como si no fuera suficiente, mi madre guarda un luto aún más intenso que antes. Ya casi no llegamos a ver la luz del día. No veo la hora de poder escapar de esta prisión. Al parecer, Adela no estuvo tan equivocada al quitarse la vida.
                                  Ojalá esta carta la ayude a entender que las apariencias engañan, y que Bernarda es experta en las apariencias, pero detrás de ellas, hay personas con sentimientos que se ven perjudicadas.                                          
                                  Gracias por brindarme la oportunidad de contarle lo que me sucede; así no me sentiré tan vacía en esta casa llena de hipocresía.
                                  Espero su respuesta ansiosamente
                                  Atentamente,
                                                                           Angustias.

Carta de Angustias(Ignacio gallo)

Querida Poncia:       
              Desde la muerte de Adela mi vida se ha transformado Bernarda siguió siendo igual de estricta, exigiexigiéndonos nuevos trabajos, obligándonos a hacer trabajos forsosos y muchas cosas mas .
                          La realidad es que ya no queremos estar más de luto por la muerte del padre de mis hermanas. Yo me iba a ir con Pepe el Romano pero a él lo único que le interesa es la plata.     Además Bernarda nos tiene encerradas desde que murio Adela . Martirio está muy rara Hay días en que es Bernarda y otros que ni se la escucha por la casa .También  Bernarda nunca más habló con ninguna vecina sobre la muerte de Adela  ni de otro tema .
Respecto con mis hermanas todas están buscando un novio para irse de la casa .Pero como la casa está toda sellada  se manejan con cartas a escondidas de Bernarda.
La verdad es que en estos últimos meses no me estuve sintiendo muy bien, ya que estoy atravesando un periodo de tristeza que no lo puedo superar. Por último espero que pueda  sobrevivir a esta situación y que todo se mejore . Con respecto a mis hermanas espero que consigan  un novio ya que es la única forma de liberarse de esta horrible casa.
Angustias

jueves, 9 de junio de 2011

Carta de Angustias (Sofia Bino)

Querida Prudencia:
                             Por medio de esta carta quería contarte sobre la terrible situación que estamos atravesando. Desde que murió Adela ya nada es como antes. La vivienda nunca estuvo peor. A medida que pasan los días me doy cuenta de que estaré sola para siempre, y probablemente muera en esta casa. Me di cuenta de que el único interés de Pepe era el dinero y que sus palabras, que parecían llenas de amor, jamás significaron algo realmente. Su traición me ha dejado en un estado de gran depresión.
             Frente a estas circunstancias, Bernarda ha impuesto un luto aún más intenso, pero sobre todo, la tiranía de la mentira y el ocultamiento.
            Ahora bien, quiero dejar en claro que he descartado por completo a Pepe de mi vida. Del mismo modo, creo que Martirio también. (Aquí se puede desarrollar un poco más el caso de Martirio. ¿Cómo sabe Angustias que Martirio también ha dejado de lado sus ilusiones sobre Pepe?)
            Desgraciadamente, La Poncia, que era la criada más leal, se ha marchado debido al estado caótico de la casa. Yo misma he considerado en hacerlo también. Lo que intento decir es que ya no soporto los años de luto y la interminable opresión que nos  impide a mí y a mis hermanas ver más allá de este pueblo.
                                                                                                                 Atentamente:
                                                                                                                Angustias

Carta de Angustia (Clara Lanati)

Estimada Poncia:
                              Luego de la muerte de mi hermana "Adela" todo ha cambiado completamente en mi casa. Tenía la necesidad de hablar con alguien y contarle lo que me estaba pasando, y sentí que usted era la indicada, ya que no está involucrada en todos los conflictos que sucedieron y porque al no vivir en esta casa puede ver las cosas desde afuera y con mayor claridad.
                             Bernarda, mi madre, quiere que nadie sepa sobre el suicidio de mi hermana, ni que tampoco se sepa que no era virgen. La casa cada vez está más tensa, nuestras relaciones entre hermanas y nuestra madre empeoran. Bernarda sigue estricta como siempre y quiere que mantengamos el luto, que respetemos a la sociedad, que siempre parezcamos finas y que todo en la familia a pesar de la muerte de Adela, parezca que todo este bien.
                            El "matrimonio" con Pepe el Romano, finalmente me dí cuenta de que aunque yo quiziera casarme con alguien para luego tener hijos, o también porque ya estoy grande y no estoy casada, no valía la pena. Primero tener hijos no hubiese podido porque soy estrecha de caderas y en el parto puedo llegar a morirme, y segundo porque él no estaba interesado por el amor, sino por la plata. Él sabía que  mi padre tenía mucha plata y al morir, herede todo yo. Eso por un lado y por otro lado antes de que mi hermana se suicide se supó que Pepe el Romano me habia engañado acostandose con Adela. Por eso decidí buscar a un hombre que realmente valga la pena.
                         Espero verte en algún momento porque necesito verte para contarle más cosas porque no quize dar detalles porque no me parece el momento. Y se que vos confías en mi y yo también confío en vos. Por eso mismo decidí mandarte esta carta.
                        Atentamente
                                              Angustias.
                                                                                                 

Carta de Angustias (Braian Beker).

Estimada Prudencia:
                                Tengo presente que Bernarda, mi madre, te ha contado acerca de la lamentable muerte de mi hermana Adela. También tengo en claro que no sabes lo que ha desencadenado este horrible hecho. Permíteme explicarte y mostrarte cómo ha cambiado todo dentro de la casa.
                                Para empezar, mi relación con mis hermanas se deterioró completamente ya que ellas me han traicionado por envidia de mi antigua relación con Pepe el romano. Digo antigua ya que él nunca se atrevió a volver por aquí luego de que mi madre intentó asesinarlo.
                                Como consecuencia de la muerte de Adela, mi madre nos ordenó ocho años más de luto y no puedo esperar a casarme con otro hombre y por fin irme de este maldito lugar. Hablando de mi madre: ella luego de la muerte de su hija, está más estricta que nunca y no acepta ni la más mínima opinión de alguna de nosotras y vivir en esta casa se ha convertido en el mismo infierno. Aun peor es tener que soportar a Martirio que está siguiendo los mismos pasos de mi madre Bernarda.
                                 Necesitaba contarle a alguien lo que esta sucediendo ya que no puedo tolerarlo yo sola. Espero que las cosas cambien y si te preguntas si extraño a mi hermana, la respuesta definitivamente es no, ya que ella me traicionó con mi único amor.
                                                 Esperaré tu respuesta con ansias.
                                                                             Atentamente, Angustias.

Carta de Angustias (Victoria Briz)

Estimada Poncia: (Sangría en todos los párrafos)
                          Por medio de esta carta, quería ("quiero") informarle acerca de la muerte de mi hermana,Adela, quien se quitó la vida. Pero mi madre, Bernarda, no quiere que lo andemos mencionando por miedo a que las personas del pueblo se enteren y al qué dirán(ya está dicho en la frase anterior). Luego de su muerte, tdo cambió en la casa. Mi madre no habla más con nadie y sólo se sienta en un sillón con su bastón con una cintapegada (ya que Adela lo había roto) y mira a la ventana todo el día hasta la noche. Con mis hermanas ya no nos hablamos más,(punto y seguido) La última vez que hablé con alguna de ellas fue antes de la muerte de Adela y no recuerdo muy bien de qué habíamos hablado. Ya no se escuchan más los golpes del caballo garañón y Pepe El Romano ya no nos visita más. (Punto y aparte)Sinceramente, no estoy dolida por la pérdida de mi hermana, ya no la sentía parte de mi vida. Pero sí estoy dolida por verla a mi madre así. Cambiaron mucho las cosas desde que me estaba por casar con Pepe, pero por suerte me enteré antesde tiempo que sólo estaba atrás mío (¿?) por mi dinero. En fín ("fin" sin tilde), espero que las cosas mejoren.
                                                                                     Atentamente,                                 
                                                                                                                      Angustias
                      

miércoles, 8 de junio de 2011

Carta de Angustias (Manuel Carrusca)

Estimada Poncia:
(Sangría al comienzo de todos los párrafos)Por medio de esta carta quería("quiero") contarte el mal momento q(no usar abreviaturas) estamos pasando en nuestra casa. Al mal clima por el luto de nuestro padre(el segundo marido de Bernarda no es el padre de Angustias), se ha sumado el lamentable suicidio de Adela, la cual me ha traicionado, pero después de todo sigue siendo mi hermana. (punto y aparte)Nuestra madre, Bernarda, cada día esta peor y su maltrato hacia nosotras es lamentable. María Josefa esta mas q insoportable, sigue con sus intenciones de casarse, y cada día se hace mas complicado calmarla. Lo que es mas(¿Qué querés decir con esta expresión?), el clima entre nosotras es cada vez peor, ya que  después de la traición de Adela, ninguna confía en la otra, como solía ser antes. (Punto y aparte)Otro tema es  que tanto mi madre como nosotras, no podemos ni acercarnos a la ventana porque la gente al vernos nos ignora, o simplemente, nos tratan(trata) como gente inferior.
(Sangría)Otro asunto que me preocupa y que te quería contar, era("es") q los hombres ya no se fijan en nuestra casa, porque gracias a Adela tenemos fama de mala gente y de traicioneras. Es por eso q cada ves("vez") nuestra desesperación por salir de la casa, es cada mas grande. Por eso estoy tratando de reconciliarme con Pepe, así por lo menos consigo la libertad, y me alejo de esta esclavitud que es estar encerrada en la casa, con los mandatos de mi madre.
(Sangría)Básicamente, te quería comentar esto ya que vos te interesaste mucho por nosotras y fuiste una gran influencia. Espero que estés bien.
Cordiales saludos,
Angustias

Carta de Angustias (Santiago Echeverría)

Estimada Ana:
                                   Te escribo estas palabras con mucha tristeza y dolor, ya que nuestra hermana Adela ha fallecido. Esto sucedio hace una semana y nos sentimos todas desconsoladas, y lo que mas me afecta es ver el llanto eterno de mi hermana Magdalena, la cual ya había sido muy herida con la muerte de nuestro padre.
              En cuanto a Bernarda, cada día se vuelve mas fría y mas unida a Martirio la cual esta siguiendo sus pasos en cuanto a su autoritarismo y sus malos modos de decir la cosas. Lo que me pone mas nerviosa es el ultimo regalo que le hizo Bernarda a Martirio un bastón que me hace pensar que mi madre piensa hacer de Martirio una especie de sucesora.
              Volviendo a la muerte de mi hermana, lo que mas me afecto fue su suicidio porque como todos saben Dios es el unico que puede sacar la vida.
              Nosotras dentro de la casa nos sentimos permanentemente vigiladas y presionadas, pero esta es una etapa que toda mujer cristiana debe cumplir y lo aceptamos con orgullo. Con nada mas que decir me despido.
                                                                                                                 Saludos, Angustias.

Carta de Angustias (Santiago Humphreys)

Estimada Prudencia:
                        Te escribo esta carta para informarte acerca de la muerte de mi hermana Adela, quien decidió quitarse la vida el 19 de junio. Desde su muerte, el ambiente en la casa es completamente.
  En primer lugar, me permitió darme cuenta de muchas cosas de las que no era totalmente consciente. Me hizo darme cuenta de que Pepe el Romano no era quien yo creía que era, no me amaba, sino que quería casarse conmigo únicamente por el dinero que heredé de mi padre. En segundo lugar, la muerte de Adela le permitió a mi madre darse cuenta que no podía tener total control sobre nosotras. Por esta razón ya no nos deja salir de la casa, ni hablar con la gente de afuera para que no se enteren de las desgracias que suceden en su casa. No puedo confiar en nadie, ya que si mis propias hermanas me traicionaron una vez, puede que lo hagan nuevamente.
  Espero que nos veamos pronto, necesito estar con alguien en quien pueda confiar, y vos debes ser la única persona que me queda.
                                                                             Atentamente,
                                                                                                     Angustias
  

Carta de Angustias (Santiago Covelli).

Querida Poncia:
                       Desde la muerte de Adela todo ha cambiado, y desde tu partida muchos cambios han ocurrido. Tengo la necesidad de hablar con alguien que no esté involucrado en todos nuestros problemas familiares, y quién mejor que vos que nos conoce demasiado.
                    Como ya te habrás enterado, mi madre, Bernarda, ha fallecido. Mis hermanas dijeron que su muerte se debió a una enfermedad que venía sufriendo ya desde hace años. La realidad es que murió por el aislamiento social, por la vergüenza y la tristeza que le produjo el suicido de Adela. En cuanto al resto de las hijas de mi madre, nuestra relación se ha cortado definitivamente, mejor dicho, no hay relación alguna. Lo único que nos mantenía unidas era la autoridad de mi madre y el encierro por el luto. Ah, casi me olvido:¡buenas noticias! Ya que mis hermanas quedaron viviendo en la casa de mi madre, me mudaré a un pequeño pueblo al sur. Allí espero conocer algún hombre que realmente me haga feliz, no como Pepe el Romano. ¡Qué cobarde al huir!
                     En fin, sin más preámbulos quería contarte que mi vida finalmente está tomando un nuevo sendero, uno más positivo y al que le veo un mejor futuro. Espero que me respondas contándome sobre vos y tu vida. Mucha suerte.
                                                                       Con cariño,
                                                                                    Angustias.

Carta de Angustias (Lucas Masucci)

Estimada Prudencia:
                                Como ya sabrás  ha muerto mi querida hermana Adela, pero después de esta traicion ya no sé si seguirá siendo querida para mi.
            La situación en la casa es muy particular ya que todas sentimos dolor pero, salvo Magdalena y Amelia, todas lo escondemos por cierta razón. Martirio también estaba enamorada de Pepe, entonces siente mucho enojo ante la difunta Adela y ante mi ya que era la que poseía a Pepe el Romano. Por parte de Bernarda, no siente dolor pero está muy pendiente de no mecionar ningún detalle indeseado, como por ejemplo el de que Adela no haya muerto virgen, por miedo al qué dira. También se ha vuelto mucho más estricta y mandona, y, ha prohibido que nos veamos con hombres hasta el fin del luto. Por parte de María Josefa, ella sigue igual, encerrada por Bernarda dentro de ese cuarto. La Poncia y las criadas han sido ordenadas por Bernarda que no se vuelvan a meter en asuntos familiares. A Pepe no se ha vuelto a ver por nuestra casa, se rumorea que se ha ido del pueblo. Yo me siento muy mal debido al abandono del traidor de Pepe, pero de a ratos me olvido de cuánto lo amaba y lo quiero matar ya que me di cuenta de que él no me amaba sino que estaba conmigo por mi dinero.
Espero que andes bien,
                                    Atentamente. Angustias.

martes, 7 de junio de 2011

Carta de Angustias (Camila Gugolj)



Estimada  La Poncia:
        Por medio de esta carta te quiero explicar cuál es la situación familiar que estamos viviendo luego de la muerte de Adela. Estamos atravesando una situación muy difícil, por el luto del padre de mis hermanas.  Pero a esto se le ha sumado el increíble dolor que sentimos por el suicidio de Adela. Como consecuencia de todas las situaciones que estamos atravesando, Bernarda se ha vuelto una dictadora. Está más perseguida que nunca. Ahora no podemos ni siquiera hablar en el patio de nuestra casa a causa del miedo que tiene de que las vecinas estén hablando de lo que le ocurrió a nuestra familia. Cada día mis hermanas y yo no vemos la hora de salir de esta casa y poder escaparnos del luto; y la única forma de hacerlo es casándonos. Por mi parte, la única manera de lograrlo es casarme con Pepe el Romano. Y como esta propuesta sigue en pie, he decidido hacerlo. Mas allá que sea para él una salida económica y para mí una forma de liberarme del luto. Temo por la salud mental de mis hermanas, especialmente de Magdalena, ya que es la más débil y está constantemente presionada por Bernarda y Martirio.
Saludos cordiales
Angustias