domingo, 5 de junio de 2011

Carta de Angustias (Luciana Miranda)

Querida Prudencia:
                               Te escribo porque no me encuentro muy bien y necesitaba hablar con alguien que no viva adentro de esta casa. Luego de la muerte de Adela, nada es igual, y siento que nadie aquí adentro puede entender lo que me está sucediendo.
                               La casa cada vez es un espacio más incómodo para vivir. Después de la desgracia de la muerte de Adela, todo cambió. Durante el día nadie habla ni en el almuerzo ni en la cena. En cuanto a Bernarda, cada vez está más exigente pero ya nadie le hace caso. Solamente Martirio fue la única que luego de la muerte de Adela siguió su vida como si nada hubiese sucedido. Por mi parte me encuentro sin ánimo, ni esperanza. Me di cuenta dé que Pepe el Romano lo único que quería de mi era mi fortuna, y no le interesaba nada más que eso. Él era el único que podría haberme dado la felicidad que nunca tuve, pero lamentablemente no fue así.
                               Sin embargo, mis planes de casarme con él desaparecieron justo cuando me enteré lo sucedido entre Pepe el Romano y Adela.Como verás, la casa es un caos. Se me hace casi imposible seguir viviendo aquí, y no solo para mí. La Poncia se marchó ayer. Dijo que ya no podría soportar la situación de vernos a todas Tristes. Esto ya no puede seguir así. Estuve pensando seriamente que lo mejor sería marcharme y tratar de ser feliz los años que me queden de vida. Estoy harta del luto y  la tristeza. A esta altura es lo único que reina en esta casa.
                                Espero tu respuesta, agradezco que te hayas tomado un tiempo para leer esta carta y desde ya te pido que a Bernarda no le comuniques nada de esto.
Con afecto
Angustias.


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